Ir al contenido principal

"La templanza es aprender a vivir sin ser esclavo de tus deseos"

DOMINA TU MENTE - EPICTETO

 🧠 “El ruido interior del hombre moderno” – Reflexión al estilo de Epicteto

Mira al hombre moderno.
Va por la vida como si hablara consigo mismo a gritos, pero sin escucharse.
Su mente no descansa ni cuando duerme.
Sueña con problemas que aún no existen, y al despertar corre tras ellos como si fueran reales.

¿Y qué dice esa voz interna?
— “No soy suficiente.”
— “¿Qué pensarán de mí?”
— “Seguro algo va a salir mal.”
— “¿Y si me dejan solo?”
— “¿Y si me enfermo? ¿Y si fracaso?”

Esa voz es como un cuervo posado sobre el hombro: siempre grazna fatalidades, siempre anuncia tormentas, incluso bajo cielos despejados.
Y lo más trágico… es que el hombre le cree.


☠️ El desastre mental

¿Sabes por qué sufres tanto?
No por lo que te sucede, sino porque has dejado tu mente sin gobierno.

Piensas sin saber que piensas.
Juzgas sin examinar tus juicios.
Deseas lo que no necesitas.
Temes lo que nunca ha pasado.

Y así te conviertes en tu propio verdugo.
Como un loco que se pelea con su sombra, luchas contra pensamientos que tú mismo generas.


🔥 El antídoto: domínate

Epicteto diría:

“Si no te has entrenado para gobernarte a ti mismo, serás esclavo hasta de tu imaginación.”

¿Quieres paz?
Silencia la multitud dentro de ti.
No le respondas a cada pensamiento como si fuera un maestro.
Observa, espera, respira.
Pregúntate:
— ¿Este pensamiento me sirve o me sabotea?
— ¿Esto que imagino, es real o solo miedo disfrazado?


🧘‍♂️ La mente puede ser un templo… o una prisión

Tú decides si tu mente será tu refugio o tu infierno.
Pero no lograrás el dominio si no haces algo cada día por educarla.
Entrena el pensamiento como entrenas el cuerpo.
No te creas todo lo que piensas.
Y sobre todo:
Recuerda que tú no eres tus pensamientos.
Tú eres el amo que puede elegir qué voz escuchar.

Tú eres el artífice de tu tormento. Has convertido pensamientos pasajeros en verdades absolutas. Has confundido deseos con necesidades, y creencias con realidad. Pero el sabio no hace eso. 

El sabio observa lo que sucede y se dice: “Esto ha ocurrido, pero no está en mí quejarme, sino comprenderlo. No está en mí sufrir, sino responder con virtud”.

No llames desgracia a lo que puede ser maestro. No llames castigo a lo que puede ser camino. No llames enemigo a quien te muestra tus propias sombras.

Recuerda esto, discípulo:

“No son las cosas las que perturban al hombre, sino las opiniones que tiene sobre ellas.”

Tu libertad no depende del mundo exterior, sino de tu juicio. Y el juicio recto nace del dominio de ti mismo, de aprender a discernir entre lo que está en tu poder y lo que no lo está.

Deja de decir: “Esto no debería haber pasado”, y comienza a preguntarte:

“¿Cómo puedo crecer a través de esto?”

Porque si transformas tu pensamiento, transformarás tu vida.

Y si dominas tu mente, habrás conquistado el único reino que realmente importa.



Video completo, en el siguiente enlace:



Comentarios

Entradas populares de este blog

Domina tus deseos: La templanza según Sócrates

  Un mensaje desde la filosofía para el alma contemporánea Domina tus deseos. No porque el deseo sea malo en sí mismo, sino porque cuando él te gobierna, tú dejas de ser libre. Soy Sócrates, y si mis palabras te alcanzan a través del tiempo, es porque el alma humana sigue siendo la misma: inquieta, deseosa, confundida entre lo que quiere y lo que necesita. En mi época, como en la tuya, los hombres corrían tras el placer como si fuera el propósito último de la existencia. Pero he aprendido que no hay mayor tragedia que vivir esclavizado por lo que uno desea, sin antes preguntarse si ese deseo nos eleva o nos hunde. La templanza no es negarse al mundo, sino aprender a habitarlo con sabiduría. No es frialdad ni indiferencia, sino un calor interior que no arde con violencia, sino que ilumina con equilibrio. La confusión entre libertad y capricho Hoy, muchos proclaman ser libres porque hacen lo que quieren. Pero dime, ¿qué valor tiene una libertad que cambia de rumbo según el capricho...

SUFRES POR LO QUE PIENSAS, NO POR LO QUE PASA

  Oh discípulo de la razón , siéntate a mi lado y escucha con atención, porque hoy te hablaré de una verdad que, si la comprendes, te hará libre. Muchos vienen a mí con el rostro abatido, cargando penas, angustias y desesperación. Creen que sufren porque han perdido algo, porque otros los han herido, o porque el destino les ha sido adverso. Pero yo te digo:  no sufres por lo que pasa, sino por lo que piensas de lo que pasa . El ladrón puede llevarse tus pertenencias, pero no puede tocar tu juicio. El tirano puede atarte el cuerpo, pero no puede encadenar tu alma si tú no lo permites. La vida puede arrebatarte aquello que amas, pero no puede obligarte a sufrir por ello, a menos que tú decidas pensar que eso es un mal . ¿Y qué es el mal, sino una opinión tuya sobre lo que no comprendes? ¿Y qué es el sufrimiento, sino un grito de tu mente que se aferra a lo que ya no está o teme lo que aún no ha llegado? Tú eres el artífice de tu tormento . Has convertido pensamientos pasajer...

🛑 Tú elegiste sufrir... aunque no lo sabías.

Sin darte cuenta convertiste tu mente en un pequeño infierno. No fueron los dioses, ni el destino. Fuiste tú... alimentando pensamientos que te queman por dentro, repitiendo heridas como mantras silenciosos, atándote a juicios que ni siquiera te pertenecen. Muchos creen que el infierno es algo que vendrá después de esta vida. No. El verdadero tormento ya comenzó, está dentro de ti. No necesitas un demonio que te persiga. Te basta con tu propia voz, esa que no calla, que critica, que compara, que se culpa. Aparece cuando no gobiernas tus pensamientos, cuando repites las mismas heridas, cuando te haces esclavo de lo que no controlas.  🧠 El infierno no es un lugar. Lo construyen nuestros hábitos mentales. ¿Crees que necesitas un demonio que te persiga? ¿Un castigo celestial? No. El hombre ha aprendido a torturarse solo. Lo he visto una y otra vez: • Aquel que repite en su mente palabras de desprecio que le dijeron hace años… • Aquella que no se perdona por un error cometido, aun...